SENSIBILIDAD, VELOCIDAD Y TEMPO
Psic. José Manuel Bezanilla PhD.
La eficacia y
eficiencia del Wing Chun, no se fundamentan exclusivamente en la velocidad y la
capacidad reactiva músculo-nerviosa. Vale la pena considerar que ante una
confrontación, no siempre se quiere golpear primero, ya que si el Wing Chun
fuera única y exclusivamente dependiente de la velocidad, las posibilidades de
desarrollo del sistema se verían significativamente limitadas; por lo que es
importante tener presente siempre el dicho que reza “Golpea cuando debes hacerlo, no
cuando no debes”; ya que si el practicante se precipita en una
situación, romperá el ritmo de desarrollo de los acontecimientos y puede verse
enfrascad en una trampa tendida por un oponente más hábil.
La sensibilidad,
se refiere fundamentalmente a que el practicante tenga la capacidad de
reconocer el movimiento de su oponente, y de manera armónica se mueva con él,
conduciendo la fuerza de este y utilizándola a su favor; sin pretender moverse
más rápido con tan solo detectar el movimiento; ya que eso significaría
ansiedad y falta de capacidad.
En este caso es
importante reflexionar sobre la velocidad, ya que si este fuera el único factor
a considerar, ¿cómo es que los Maestros Mayores de Wing Chun que ya no cuentan ni con
toda la fuerza muscular ni velocidad, pueden vencer a oponentes más jóvenes y
rápidos? Esto no significa que la velocidad no sea importante; más bien
hay que utilizar la velocidad de manera correcta y en el momento adecuado.
Lo anterior
significa que cuando estamos recibiendo un ataque, nuestra respuesta defensiva
o defensiva-ofensiva, no debemos desarrollarla lo más rápidamente posible; ya
que si respondemos fuera de tiempo, un oponente hábil en el combate lo
percibirá y podrá fluir con nuestra técnica revirtiéndola en nuestra contra;
por el contrario, el objetivo es responder en el tiempo adecuado al ataque del
oponente; por lo que si su ataque es muy rápido nuestra respuesta debe der muy
rápida, y si este es más lento, con la misma lentitud deberemos responder;
siendo que al producir una respuesta al mismo tiempo y con la misma intensidad
que la del oponente, contaremos con manos indetectables y podremos fluir con la
energía de este.
Cuando
enfrentamos a un oponente hábil, este tendrá la capacidad de detectar cuando
nuestros movimientos están fuera de ritmo y velocidad, lo que le permitirá
adaptarse a nosotros arrastrándonos dentro de su juego.
Una de las
diferencias entre una persona entrenada y otra que no lo es, particularmente
dentro de la práctica del Wing Chun, es la sutileza y suavidad, lo que le
permitirá al primero un adecuado manejo del tiempo y ritmo, en el que podrá
desarrollar sus ataques y defensas de manera sincrónica por lo que su oponente
no se sentirá amenazado por este.
Existe mayor
probabilidad de realizar un ataque exitoso, cuando este es realizado en el
tiempo e intensidad adecuados; ya que cuando los movimientos son espasmódicos e
inoportunos, existe mayor factibilidad de que este sea detectado y detenido.
Es posible
utilizar el tiempo para vencer la velocidad, especialmente cuando se sabe lo
que el oponente va a hacer; de ahí que este puede ser detenido antes de que desarrolle
su movimiento; sin importar que tan rápido este pretenda moverse, es por eso
que en ocasiones se perciba que muchos maestros de Wing Chun parecen
desarrollar gran velocidad contrarrestando un ataque incluso antes de que este
se desarrolle; esto es posible debido a que el maestro sabe leer el movimiento
antes de que este sea ejecutado.
De lo anterior
se deprende que derivado del entrenamiento y la instrucción, es posible que el
practicante esté en el lugar correcto en el momento adecuado, haciendo un uso
óptimo de la oportunidad, poniendo todos sus recursos a trabajar de manera
conjunta para vencer a oponentes más rápidos y más fuertes.
REFERENCIA:
Belanoha, W. (2006) “The
Wing Chun Compendium Volume 1” Blue Snake Books; Berkeley, California.